Participar en un Curso de Desafíos es una experiencia única, de alto impacto, gran reflexión y excelentes resultados partiendo de la experiencia misma, la reflexión, el procesamiento y la transferencia. Este consiste de una serie de retos físicos, emocionales y sociales que pueden ser individuales y grupales que requieren un trabajo en equipo, habilidades y compromiso de cada participante con el propósito de unir a los integrantes. El facilitador es un experto que organiza los desafíos de acuerdo a las necesidades de cada equipo participante.

Después de cada uno de los desafíos las personas se nutren en los procesos de retro-alimentación con un fuerte sentido de solidaridad, comunión, revelación y consolidación de valores personales y valores compartidos, elevando los niveles de confianza entre los miembros del equipo. Esta es una actividad usual en resolución de conflictos o mejora de equipos de trabajo.